El guante perdido
Érase una vez una abuela y su nieto que vivían juntos en una casita junto a los grandes bosques. Una fría mañana de invierno, la
Érase una vez una abuela y su nieto que vivían juntos en una casita junto a los grandes bosques. Una fría mañana de invierno, la
Érase una vez un imperio real en el que vivía su graciosa majestad. Tenía un suntuoso palacio, con preciosos jardines que se extendían hasta tan
Había una vez un burro que había trabajado durante muchos años, día tras día, acarreando pesados sacos de grano para su amo. Ahora que el
Érase una vez un viejecito y una viejecita que tenían un hijo. Un día, la viejecita decidió hacer un pastelito redondo para comérselo de postre
Juan Soldado volvía de la guerra y sólo tenía un pan para pasar el día. Se encontró a otro pobre como él, que le pidió
La Pascua son fechas perfectas para pasarlas en familia. La tradición del conejo y los huevos de pascua esta cada vez más arraigada en los paises de habla
El hijo del Rey se cayó de la cuna cuando aún no sabía andar y un enano lo tomó en el aire. Los Reyes, muy
Érase una vez una ciudad grande y reluciente que rebosaba de gente, coches, taxis y autobuses. En la ciudad vivía un ratón, el Ratón de
En un país lejano nació una linda princesita. Para el feliz acontecimiento, los reyes organizaron en su castillo una gran fiesta a la que invitaron
Érase una vez un Rey que a menudo debía convocar a sus súbditos a las reuniones. El Rey tenía que enviar a un mensajero para
Érase una vez tres cabritos que se apellidaban Bruto. Eran tres hermanos y se llamaban: Pequeño Cabrito Bruto, Mediano Cabrito Bruto y Mayor Cabrito Bruto.
Érase una vez un vagabundo que andaba por un camino solitario cargando a hombros sus pertenencias envueltas en un pedazo de ropa vieja. Cuando ya
Érase una vez un niño muy muy pequeño, tan pequeño que podría caber en la palma de la mano. Un niño que no era más
Hace mucho tiempo, los pájaros se reunieron y decidieron tener un rey. El León era el rey de los animales que caminaban sobre la tierra
Érase una vez una liebre muy orgullosa. Se consideraba a sí misma la mejor liebre del mundo. Se enorgullecía de lo rápido que podía correr.